Estás a punto de tomar una decisión muy importante en tu vida: Quieres continuar tus estudios en el extranjero. Sin embargo, te topas con un obstáculo: el idioma. El país que has decidido como destino habla un idioma distinto al tuyo. Aunque ese idioma ya lo has estudiado, hace mucho que no lo utilizas y te siente un poco oxidado. Asimismo, te das con la sorpresa que debes tomar un examen internacional si es que deseas postular a una universidad; quieren asegurarse del nivel de dominio que tienes en ese idioma. ¿Qué hacer?
En GSG Education, somos tus asesores en cuanto a exámenes internacionales se trate. En este artículo, te daremos algunos consejos que debes seguir al mismo momento que sigas uno de nuestros cursos de preparación para exámenes como el TOEFL, GMAT o SAT.
Estudia cada día
Trata de reservar algo de tiempo todos los días para recordar lo que has estudiado en el día, idealmente cuando tu cerebro esté más receptivo. Es mejor estudiar durante 30 minutos cada día que durante 3 horas una vez a la semana. Si puede disponer de una hora diaria, divídela en dos o tres sesiones para evitar que sobrecargues tu cerebro.
Si decides estudiar media hora al día, por ejemplo, trata de cumplir ese tiempo sin ningún tipo de distracción. A menudo es más fácil comenzar una actividad si sabes que la terminarás después de un tiempo determinado. No te preocupes por completar la lección o lo que sea en lo que estés trabajando, solo intenta hacer tanto como puedas.
Repasa regularmente
Repasa cada lección varias veces, quizás una vez por la mañana, una vez por la noche y una vez varios días después. Dale a tu cerebro tiempo para digerir el material, pero asegúrate de que las diferencias entre los períodos de estudio no sean demasiado largos. Es decir, trata de que no sean más de unas pocas semanas, o olvidarás la mayoría de lo que estás tratando de aprender. Asegúrate de que entendiste el contenido de una lección antes de pasar a la siguiente.
Construye sobre cimientos sólidos
Asegúrate de sentirte cómodo con los fundamentos de la lengua antes de abordar aspectos más avanzados. Te tomará tiempo acostumbrarte a la pronunciación y la ortografía de un nuevo idioma, pero sin una sólida comprensión de estos, te resultará muy difícil aprender más.
Establécete objetivos
Establecerse objetivos razonables es una buena manera de motivarse. Fíjate metas tu mismo así como límites de tiempo para lograr ciertos niveles de competencia.
Concéntrate en tus intereses
Una vez que domines los aspectos básicos y fundamentales de la lengua, aprende a hablar, escribir y leer sobre lo que te interese. De esta manera, es más probable que recuerdes las palabras, frases y construcciones gramaticales que encuentres.
No te desanimes por la aparente falta de progreso
Habrá veces que pensarás que estás haciendo progresos de manera bastante rápida, mientras que, en otras, pensarás que estás estancado o incluso retrocediendo. Esto es normal cuando aprendes un idioma, así que no te desanimes. Si sientes que estás haciendo poco o ningún progreso, trata de repasar tus lecciones o ejercicios anteriores.
No te preocupes por cometer errores
Es probable que cometas uno que otro error ocasional al hablar tu idioma nativo, por lo que cometer errores en un idioma extranjero no es nada de qué preocuparse. Lo que importa es transmitir el mensaje, y no si usas todas las palabras correctas, tiempos, modos, etc.
Si no puedes pensar en las palabras exactas, trata de usar otras. Por ejemplo, digamos que estabas hablando de tu oficina y no sabías la palabra para la fotocopiadora, podrías tratar de describir su función: «una máquina para hacer copias» en su lugar. También puedes intentar dibujar y/o hacer mímicas si no puedes pensar en palabras.
Aprende a decir cosas como «¿Cómo dices X en tu idioma», «¿Cuál es la palabra para Y?», «¿Cómo se llama eso?», «¿Qué están haciendo?», etc.
Si tienes un maestro o hablante nativo para ayudarte con sus estudios, pídeles que te señalen tus errores y corrígelos. Cuando aprendes un nuevo idioma, el que te señalen cada error que cometas puede ser un poco desmoralizante. Puedes pedir que solo te mencionen los más graves. Cuando hayas adquirido más confianza y un grado de fluidez en el idioma, pide que todos tus errores sean comentados.
Si inadvertidamente ofendes a alguien con tu error es útil tener algunas frases bajo la manga, como «Perdóname, no hablo tu idioma muy bien, pero estoy tratando de aprenderlo». O «¿Por qué te ríes tanto?» «¿Qué es tan gracioso?» «¿Qué dije mal?».
Diviértete
Encuentra maneras de hacer que el aprendizaje de idiomas sea divertido. Esto podría implicar juegos, canciones, historias, trabalenguas, bromas y cualquier cosa que tengas en mente.