Para lograr estudiar en el extranjero sin el mayor inconveniente, es necesario que presentes una serie de exámenes, entre los que se encuentran el SAT y el ACT. Estas son las pruebas estandarizadas más comunes y reconocidas a nivel internacional para ingresar a universidades extranjeras. No obstante, pese a permanecer a la misma categoría y requerir tiempo de preparación, dedicación y concentración para ser aprobados, ambos presentan diferentes desafíos. Por lo que es normal preguntarse constantemente cuál de los dos es mejor.
Antes de tomar la decisión sobre qué examen tomar, es necesario comprender mejor las diferencias entre los diferentes formatos. Por este motivo, en el siguiente artículo te las explicamos. De esta manera, podrás considerar las opciones de acuerdo a lo que mejor te conviene y estarás preparado para estudiar en una universidad extranjera.
¿En qué consiste el examen SAT?
El examen SAT, que originalmente significaba Scholastic Assessment Test y ahora simplemente se llama SAT, es una prueba estandarizada que evalúa tus habilidades orales, escritas y auditivas, así como la manera en la que podrías manejar los cursos de nivel universitario, como matemáticas. Esta se creó en 1926 y ha pasado por múltiples revisiones para ajustarse a los niveles de educación, expectativas y tecnología. Asimismo, es desarrollada y publicada por College Board, una organización sin fines de lucro en los EE. UU.
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¿En qué consiste el examen ACT?
ACT es una abreviatura de American College Testing. Esta prueba estandarizada evalúa tus habilidades orales, escritas y auditivas, así como la manera en la que podrías manejar los cursos de nivel universitario, como matemáticas y ciencias. Creada originalmente en 1959, ha pasado por algunas revisiones y pronto estará disponible para ser realizada en línea. La prueba está escrita y administrada por una organización sin fines de lucro en los EE. UU. con el mismo nombre que el del examen.
¿En qué se diferencian ambos exámenes?
Tanto el SAT como el ACT son exámenes estandarizados que ayudan a las universidades extranjeras a determinar qué tan preparado estás para tomar sus cursos. A primera vista, las dos pruebas no se ven muy diferentes, debido a que toman una cantidad de tiempo similar en ser completadas, siendo 3 horas y 50 minutos para el SAT y 3 horas y 35 minutos para el ACT.
Asimismo, cubren las mismas materias básicas: lectura, escritura, comprensión, resolución de problemas y matemáticas. En el pasado, estas pruebas presentaban mayores diferencias entre sí. Sin embargo, el SAT pasó por una revisión y rediseño masivo en 2016 lo que hizo tenga un formato más cercano al ACT. A pesar de todas estas similitudes, existen algunas diferencias sorprendentes que podrían influir en tu elección. Entre estas se encuentran:
Tiempo por sección
La mayor diferencia entre ambas pruebas radica en el tiempo asignado a cada sección. El SAT permite más tiempo por pregunta para cada sección, mientras que el ACT consta de una menor cantidad de tiempo.
De igual manera, el ACT tiene más interrogantes que el SAT, pero las del SAT a menudo requieren una lectura más prolongada, lo que puede demandar más concentración y tiempo.
Rango de puntuaciones
Este aspecto también es diferente. La puntuación de cada sección del ACT se determina por medio de una escala del 1 al 36. Por otro lado, el SAT puntúa cada fragmento de su prueba haciendo uso de una escala del 200 al 400.
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La sección de matemáticas
A pesar de ambas contar con una sección de matemáticas y enfocarse en álgebra, el ACT tiene un enfoque con secciones más amplias de geometría y trigonometría a diferencia del SAT. Asimismo, el ACT permite el uso de la calculadora en todas las secciones de su prueba.
Otra diferencia es que el SAT proporciona una pequeña guía de referencia para algunas fórmulas y diagramas matemáticos básicos, mientras que el ACT no lo hace. No obstante, a pesar de este beneficio, el puntaje de matemáticas del SAT representa aproximadamente la mitad del puntaje total de la prueba. El ACT, por otro lado, tiene un puntaje en matemáticas que solo representa alrededor de una cuarta parte del puntaje final de la prueba.
Por lo tanto, aunque el SAT puede brindarte una guía de referencia útil, puede que no sea el mejor examen para realizar si tienes dificultades con las matemáticas.
El ensayo
Por último, ACT y SAT también ofrecen una tarea opcional de redacción o ensayo. Sin embargo, cada prueba solicita un enfoque diferente a la pregunta dada. El SAT te pedirá que analices un tema de manera objetiva y basándote en hechos. El ACT, por su parte, te permite redactar desde un punto de vista personal.
Ahora que sabes las diferencias entre ambos exámenes, podrás escoger aquel que se adapte mejor a tus habilidades y necesidades. Ten en cuenta practicar mucho para poder obtener un resultado adecuado.
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